La disfunción de la glándula de meibomio y la queratopatía están asociadas con el ojo seco en aniridia

La aniridia congénita es un trastorno que afecta a múltiples estructuras del ojo como la córnea, el ángulo de la cámara anterior, el iris, el cristalino, la retina y el nervio óptico.

La ausencia de iris o un iris hipoplásico son algunas de las características que están presentes desde el nacimiento en pacientes con aniridia, sin embargo, el glaucoma, las cataratas y la queratopatía asociada a aniridia (AAK) son trastornos oculares progresivos comúnmente asociados.

Por otra parte, otro de los trastornos oculares progresivos que se presentan asociados a la aniridia, con una alta prevalencia, es la enfermedad del ojo seco (DED). Es importante destacar que la prevalencia de ojo seco en pacientes con aniridia se correlaciona significativamente con la gravedad de AAK (queratopatía asociada a aniridia). Por ello, la investigación sobre ojo seco en aniridia tiene un doble propósito: encontrar tratamientos para disminuir el desarrollo y los síntomas del ojo seco y reducir la gravedad y / o la probabilidad de progresión de queratopatía asociada.


El objetivo principal de este estudio ha sido la de investigar la causa y las características de ojo seco en la aniridia, con especial atención a la disfunción de la glándula de Meibomio (MGD), utilizando técnicas avanzadas desarrolladas en el campo de ojo seco en los últimos años.
La muestra estuvo formada por 35 pacientes (21 mujeres) con aniridia congénita y 21 controles sanos (12 mujeres). Se examinaron los dos ojos de todos los participantes y se realizaron análisis de datos para los ojos derecho e izquierdo por separado. Algunos de estos análisis fueron:

  • Examen de ojo seco.
  • Medición de la producción de lágrimas.
  • Evaluación de la calidad de la película lagrimal.
  • Evaluación de la tinción de la superficie ocular.
  • Cuantificación de la sensibilidad corneal.
  • Evaluación de la expresividad de las glándulas de Meibomio.
  • Examen de la apariencia de los párpados.
  • Evaluación clínica del ojo

En cuanto a los resultados obtenidos, el estudio revela una mayor gravedad de los hallazgos clínicos compatibles con ojo seco en pacientes con aniridia en comparación con individuos sanos. La pérdida de tejido de las glándulas de Meibomio fue significativamente mayor en el grupo de aniridia y la expresividad de estas glándulas fue significativamente menor. Por lo que se determinó, que la disfunción de la glándula de Meibomio está conectada con el desarrollo del ojo seco en aniridia.


La osmolaridad de la película lagrimal fue mayor en el grupo de aniridia, pero había una diferencia significativa entre el ojo derecho y el izquierdo, lo que podría reflejar una enfermedad asimétrica en pacientes con aniridia. El aumento en la osmolaridad también indica que a pesar de que hay un aumento en el volumen de lágrimas, la composición de las lágrimas se altera. Este aumento de la producción de lágrimas probablemente sea un mecanismo compensatorio debido a la disfunción de las glándulas de Meibomio que presentan estos pacientes.

Las pruebas destinadas al análisis de la córnea determinaron que la enfermedad corneal puede actuar como desencadenante del desarrollo del ojo seco en pacientes con aniridia y, a la inversa, que el ojo seco podría inducir o exacerbar la queratopatía.


Estos hallazgos apoyan la idea de que la función reducida del nervio corneal en aniridia conduce al daño epitelial típico de ojo seco. Este daño puede conducir a un deterioro adicional de los nervios corneales, empeoramiento de ojo seco y probablemente queratopatía.

Por lo tanto, el énfasis hacia la selección de estas causas puede mejorar el tratamiento para los pacientes con aniridia, especialmente dado que el ojo seco podría empeorar la queratopatía asociada a la aniridia, una afección que pone en peligro la vision.

Artículo disponible en Pubmed

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